Cuando entre a la habitación sentí escalofríos por la penosa situación en la que se encontraba Valdemar, su piel estaba pálida, sus ojos no hacían ningún esfuerzo por ver mas allá de mi figura. Su cuerpo inmóvil reflejaba que su muerte era cuestión de minutos, días incluso horas. Su vida esta acabada, quise hipnotizarlo pero mis esfuerzos fueron en vano, pase horas intentado la hipnotización, hasta que me resigne.
Quise hacerle un ultimo favor a Valdemar pedí a los enfermeros que fuesen a buscar al cura del pueblo. Esperando la llegada del cura me senté a beber con los médicos una taza de café con pan, voltee a ver a Valdemar quien parecía estar intentando hablarme, me dirigí hacia el para saber de que se trataba o si lograría decírmelo, quede estupefacto cuando oí sus palabras.
Per per perdóname!!! Por fa favor!!, yo eraaaa el el amante de tu tu esposa.
Sentí un odio irracional, me sentí indignado, destruido, aquel amigo que había sido mi paño de lagrimas, cuando mi esposa me dejo por su amante, era este amigo el mismo amante que se acostaba con mi esposa en mi propia cama mientras yo trabajaba solo para ella, como reaccionar ante tal situación, este amigo ahora agonizando en una cama frente a mi.
Mis ojos soltaron dos lágrimas, las primeras en toda mi vida
Solo atine a decir: Como perdonarte y olvidar tu traición,
Ni soy Dios ni tengo alzahimer, coloque la taza de café en mesa que estaba cerca de la ventana, salí sin despedirme.
Me entere días después que Valdemar, había muerto instantes depuse de haberme marchado y que este murió pronunciando mi nombre y rogando perdón.
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