Si el rey despertara, mi vida seria una falsa, entonces desaparecería.
- ¿que harás?
- He pensado en asfixiarlo con la almohada.
- No, no, seria un crimen.
- Bueno pero si el despierta también me mataría a mi, entonces es una o la otra, es mi vida o la de el.
- ¿Qué vas a hacer?
- Bueno, pues será la vida del rey, porque no me dejare matar.
Tomó la almohada, la apretó contra el rostro del rey, el rey hacia malabares y forcejeos para retirarse la almohada, hasta que dejó de resistirse y no suspiro más en este mundo.
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